martes, 27 de agosto de 2013

Casa Lis,monumento a una nueva visión de Salamanca


La Arquitectura es una ciencia. La Arquitectura es un arte. Como ciencia es hija de la razón, como arte es hija del sentimiento. (Joaquín de Vargas-arquitecto de Casa Lis-1901)


Siempre he dicho que no creo en las casualidades y así lo refrenda el hecho de que haya querido y podido celebrar los primeros 20819 días de mi vida acercándome a una parte de mis ancestros en lugar tan aparentemente lejano a ellos como la ciudad de Salamanca, joya del plateresco

En ella,y gracias a la cálida acogida de Alejandra M.Casado,he tenido no sólo la oportunidad de traspasar el umbral de la Casa Lis sino que,mucho mejor, de conocer tan sorprendente Museo que auna continente y contenido para ofrecer al visitante excelente muestra del arte modernista y,no menos importante, de la suma de esfuerzos en pro de la cultura.

 
"El viajero que llega a Salamanca desde el sur vislumbra la Casa Lis por entre las torres de la ciudad. Asomándose a las murallas y edificios de piedra del entorno ,sus esbeltas columnas de hierro fundido y líneas rectas contrastan vivamente con la vieja arenisca salmantina. Los cilindros y la filigrana metálica de los miradores se parecen más a las estaciones ferroviarias y a los grandes almacenes de París que a las rejas forjadas de la Plaza Mayor..." (Hace 100 años...Casa Lis. Fundación Manuel Ramos Andrade)

No hay casualidades, no.Quizá por ello, mi encuentro con Casa Lis,  rememorando mi nacimiento en Valencia,en el seno de una familia que por rama materna proviene de aquel ingeniero de ferrocarriles  Willian Bartle Craven,nacido en Bradford,que llegó a España para, en los primeros del siglo XIX, contribuir a dar al país una nueva imagen, a través de una arquitectura industrial -ahí  el madrileño Circo Price o el conquense Puente de San Pablo- fraguada en la valenciana Fundiciòn Bartle .

Casa Lis,sueño del industrial salmantino Miguel de Lis que materializó en hierro fundido y cristal el arquitecto jerezano Joaquín de Vargas Aguirre.
No faltaron críticas a esta obra,que tras ser residencia del matrimonio Lis Primo, que en ella dejaron impronta de sus dispares gustos estéticos, se sumió en el más total abandono que la convirtió en referencia romántica de poetas y estudiantes de los setenta.
Así,hasta que en 1980, cierto sector de la población, positivamente sensibilizado con sus recursos locales, mostraron algo más que una inactiva preocupación.
Población que, como ha de ser en cualquier acción de desarrollo sostenible,contó con la imprescindible complicidad de la Administración Local .En 1981 el alcalde de Salamanca logra la pública expropiación del edificio que se dedicaría a Casa de Cultura.
Más tarde,y gracias a la continuidad en la suma de recursos,Manuel Ramos Andrade entra en la vida de Casa Lis que con su colección, en 1995 se convierte en Museo que os invito a conocer http://www.museocasalis.org/nuevaweb/museo/fundacion-manuel-ramos-andrade
 
Museo auténtico del siglo XXI aún cuando muestre aspectos de la vida del XIX,por cuanto no es mera y estática muestra de Art Nouveau  y Art Deco sino centro cultural, turístico,social-sirve de marco para los más atractivos eventos- e incluso comercial-su tienda ofrece artísticos artículos ornamentales-  que impulsa la vida salmantina.

En resumen:conocer Casa Lis, un auténtico gusto que agradezco me brindara Alejandra, a modo de alboroque cumpleañero
.Un gusto que recomiendo a todos quienes os acerquéis a Salamanca,que es mucho más que joya del plateresco. La muestra, este lugar.
 
Un gusto del  que yo he querido seguir disfrutando y a La Terraza  Casa Lis regreso en la noche salmantina que aquí tiene especial encanto.
Casa Lis, todo un gusto que  hoy es posible gozar también gracias a verdadera auténtica participación rural viva. La de aquel hombre del pueblo salmantino de Navasfrías, que fue Manuel Ramos Andrade. De él,que tanto lo merece,hablaremos otro día.