miércoles, 7 de agosto de 2013

La Torrevieja de SAN CLEMENTE

 
 
Si  siempre ha de resultar un gusto hacer camino, mucho más  si se hace de Marta ,sirviendo de anfitriona. Mucho mejor cuando ello se hace con viajeros “entreveraos” que, como yo, vieron sus primeras luces en tierras valencianas.
Feliz de compartirlo con quienes de alguna forma hoy comparto igualmente paisanaje manchego pues en esta bendita tierra que Mancha es sin a nadie manchar, ejerce como trashumante pastor-en este caso de almas-José Javier Muñoz Pérez.
Humano pastor divino en Las Pedroñeras, capital mundial del ajo…y no de cualquiera ¡del mejor! fue su voluntad visitar a La Pastora de La Mancha, esa Virgen de Rus hermosa a la que, tras echarle una salve y conocer ermita, chozo y majada, se despidió ¡voto a Rus que hasta no muy tarde ¡

Y, como Clemente Pérez, de Rus hizo camino a San Clemente para allí, entre amigos sentirse.

Cierto es que San Clemente no se pasea en una hora. Cierto igualmente que no es la fecha más idónea la del mediodía estival pero no menos cierto que siempre hallará el viajero en San Clemente lugares donde resguardarse de temperaturas extremas compartiendo aquello que San Clemente derrocha, mal que pese a quien cree aún que el tocino es de oveja, por seguir hablando en pecuarios términos.

San Clemente, antaño capital de La Mancha Alta o Montearagón rezuma CULTURA.Y no sólo ni principalmente por su paisaje urbano, por cierto no siempre respetado y así  en casos vergonzosamente conservado.


Afortunadamente, no es el caso de la popularmente llamada Torrevieja,de cuya historia al día de hoy poco se sabe, pese a ser icono sanclementino como lo es su renacentista ayuntamiento.
Torre que pudo ser concebida como vigía de piedra in illo témpore y que,con el devenir de los tiempos, fue adaptándose a usos y costumbres  hasta la segunda mitad del siglo XX . Ubicada en un hábitat rural y lógicamente agrario,era entonces parte de familiar explotación de labranza sirviendo como almacén de aperos,amén de palomar. Corrales adyacentes conformaban parte de un espacio que se continuaba con cuadras, bodega y más corrales en solariega casa de la cercana calle Boteros.
Así,hasta que,afortunadamente, fue un alcalde que mucho hizo por la cultura sanclementina pese a no ser sanclementino de origen-por otro lado,hecho muy habitual entre los regidores de esta villa-quien consiguió que la Torrevieja pasara de manos privadas a públicas, convirtiéndose en propiedad municipal.
 
Muchos fueron los proyectos y pocas las realidades hasta que en los últimos años de la década de los 90, de nuevo la iniciativa de otro edil se puso de manifiesto,adquiriendo el Ayuntamiento de San Clemente el corral adyacente a la torre en su parte trasera. Corral ,por cierto,objeto  de pueblerinos dimes y diretes puesto que,vecino de blasonada casa-palacio,sus propietarios-siempre según ciertas lenguas locales-no estimaban digno el esforzarse en mejorar su aspecto externo cuando era fachada que se enfrentaba a un corral de aquella otra familia  cuyo nombre hoy creo no recordar.
Hoy, el corral se ha tornado en explanada llena de encanto y la casa-palacio luce por fuera como siempre lució por dentro.

Hoy, la Torrevieja es museo etnográfico de indudable encanto con  museísticos reconocimientos incluso a nivel europeo.Así, en 2000 fue seleccionado para los Premios Emya.Por cierto, no creo fuera casualidad la complicidad-aún hoy silenciada por ella misma-de cierta sanclementina de corazón cuya coincidencia con el apellido de los anteriores propietarios no es fruto de arbitraria coincidencia ¡ Voto a Rus que no de yo un ardite de casualidad que no fue sino férrea voluntad ¡


Hoy, la Torrevieja es museo etnográfico de indudable encanto con  museísticos reconocimientos incluso a nivel europeo. Así, en 2000 fue seleccionado para los Premios Emya.Por cierto, no creo fuera casualidad la complicidad-aún hoy silenciada por ella misma-de cierta sanclementina de corazón cuya coincidencia con el apellido de los anteriores propietarios no es fruto de arbitraria coincidencia ¡ Voto a Rus que no de yo un ardite de casualidad que no fue sino férrea voluntad ¡


Hoy,la Torrevieja es museo que invito a visitar. Teresa, su guardiana, nos espera ¡gracias,paisana ¡ Siempre con una sonrisa. Siempre con actitud noble,leal y fidelísima al legado cultural sanclementino del que ella,como el resto de la población, son corresponsables como  afortunados usufructuarios.


Hoy,la Torrevieja de San Clemente nos espera con sus puertas abiertas. Como ayer lo estuvo para mis amigos y parientes. Como mañana lo seguirá estando para quienes, como yo, crean que la Cultura es  instrumento que nos iguala y fuente de Desarrollo Rural.

 

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